- El sector de los semiconductores se ha convertido en un pilar estratégico de la economía mundial. Sin chips no existirían los móviles, los ordenadores, los coches eléctricos o la inteligencia artificial.
El sector de los semiconductores se ha convertido en un pilar estratégico de la economía mundial. Sin chips no existirían los móviles, los ordenadores, los coches eléctricos o la inteligencia artificial. En 2023, la industria superó los 520.000 millones de dólares de facturación, pero su producción sigue muy concentrada en Asia, con Taiwán y Corea del Sur a la cabeza. Esa dependencia ha llevado a Estados Unidos y la Unión Europea a aprobar planes millonarios -como el Chips Act-para recuperar soberanía tecnológica.
España quiere sumarse a esta carrera con el PERTE Chip, dotado con 12.000 millones de euros, y València se perfila como uno de los polos clave gracias a la concentración de talento y empresas en microelectrónica y fotónica integrada. Multinacionales y spin-offs universitarias conviven en un ecosistema en expansión, pero que arrastra un problema común: la falta de perfiles especializados en un mercado global que se disputa ingenieros y doctores a golpe de salarios, condiciones laborales y proyectos de vanguardia.
“Es un sector muy falto de talento”, reconoce Isabel Pulido, head of HR para EMEA en MaxLinear. “Todo lo relacionado con la inteligencia artificial está en boom. Es un sector muy sexy y nosotros no lo somos nada. Entonces, se está llevando mucho talento y nosotros somos desconocidos. Siempre digo que fue genial que a Intel se le ocurriera poner una pegatina en el ordenador, porque todo el mundo sabía la existencia de la compañía. Nosotros también estamos dentro de muchos dispositivos, pero nadie nos conoce”.
Isabel Pulido, head of HR para EMEA en MaxLinear. Fotos: EDUARDO MANZANA (Valencia Plaza)
Reclutamiento desde la universidad
MaxLinear cuenta con una plantilla de 115 personas en València y su estrategia de captación pasa en gran medida por las universidades locales. “Muchísima base viene de la Universidad Politècnica de València y de la Universitat de València. Hacemos becas de nueve meses para que los estudiantes aprendan, vean si hay match y puedan incorporarse después. Casi todos los perfiles junior vienen por ahí”, explica Pulido.
La compañía busca principalmente ingenieros de telecomunicaciones, electrónicos, informáticos, matemáticos y físicos. “Lo que hacemos es cubrir todo el entorno de comunicaciones, porque terminamos por desarrollar chips. Necesitamos gente que entienda los sistemas de telecomunicaciones y que a partir de ahí, pueda aplicar software. En España hay talento suficiente para diseñar un chip completo, y eso es algo complicado”, subraya. “También tenemos mucho doctorado con la estrategia de esa parte de investigación y de gente acostumbrada a ir por delante”.
Eduardo Selma, HR manager de VLC-Photonics, coincide en el valor de la cantera universitaria: “Estando en la UPV sí que tenemos cubiertas esas vacantes junior con másters, cátedras y programas de becas. El talento que sale en fotónica integrada es muy bueno. No se trata tanto de formarlo, sino de retenerlo, porque muchos acaban yéndose fuera a hacer doctorados o trabajar en universidades internacionales”.
Competencia global y perfiles escasos
El reto se complica cuando se trata de encontrar profesionales con más experiencia. “Cuando necesitas perfiles muy expertos nos vamos fuera. Desde hace unos años hemos empezado con visados en Sudamérica. También buscamos en Alemania, Inglaterra o Suecia”, apunta Pulido. Sin embargo, la movilidad tiene límites. “Es difícil atraer porque cuando buscas a alguien con experiencia estás hablando con alguien con familia y entorno. Aunque València cada vez tiene más tirón, no es sencillo traer a esas personas”.
En VLC-Photonics la estrategia es similar. “Los mid level sí los encontramos en España, pero para seniors usamos mucho de acuerdos internacionales. El último empleado que trajimos de fuera es canadiense. También tenemos sinergias con Hitachi High-Tech India, que nos ayuda a buscar perfiles allí, y mandamos gente desde aquí para que vuelva después de unos años”, detalla Selma, quien apunta a las bondades del país en la formación de este talento.
Eduardo Selma, HR manager de VLC Photonics. Fotos: EDUARDO MANZANA (Valencia Plaza)
Los representantes de ambas empresas reconocen que hay disciplinas especialmente complicadas. “La parte analógica y digital es difícil de cubrir. Para la gente joven parece algo antiguo, pero sigue siendo clave. Los perfiles de sistemas y comunicaciones de sistema también son muy complejos”, advierte Pulido. Selma añade que, en fotónica integrada, la especialización hace que el mercado sea todavía más estrecho. “Si el mercado de semiconductores es nicho, la fotónica lo es todavía más”, apunta.
Salarios y condiciones laborales
El incentivo económico es un factor clave, pero no el único. En MaxLinear, los salarios de entrada son atractivos: “Alguien que salga de la universidad estará entre 35.000 y 40.000 euros. La horquilla se multiplica cuando los perfiles son más seniors y especializados, además de bonus y acciones de la compañía”, apunta Pulido.
En VLC-Photonics han optado por políticas de conciliación y flexibilidad. “Tenemos jornada de 36 horas desde hace tres años, lo que permite tener los viernes libres”, explica Selma. “Los diseñadores pueden teletrabajar, y eso nos obliga a competir con empresas americanas o suizas que fichan a ingenieros desde España. Como no siempre podemos igualar salarios, apostamos por engagement y satisfacción”.
MaxLinear, por su parte, ha tomado una decisión contracorriente: limitar el teletrabajo. “Son sectores donde la innovación es importante, en contacto, y los problemas deben resolverse al minuto. Estar juntos es clave”, defiende Pulido, aunque admite que en algunas ocasiones dificulta la atracción de talento internacional.
También existe rotación en las empresas del sector. “Esto ocurre en los puestos más juniors universidad y los medios, en el mercado español, es verdad que se mueve por Madrid, Barcelona, Valencia y tenemos rotaciones entre las empresas del sector. Algunos días te acuerdas de tus competidores”, bromea Pulido.”Pero es normal. Es un mercado móvil”. Mientras, Selma señala la alta rotación del perfil junior. “Vienen muy exigentes y saltan mucho, pero lo tenemos asumido”.
Apuesta por el ‘hub’ valenciano
Tanto Pulido como Selma coinciden en la importancia de reforzar el ecosistema local. La creación de un campus de excelencia en semiconductores en València es vista como una oportunidad para atraer y retener talento. “Cuanta más infraestructura tengas, más atraes. Si creas un entorno, llama a los profesionales y te pones en el mapa”, asegura Pulido.
Selma añade que España está bien posicionada, pero no da abasto. “En los últimos tres o cuatro años ha crecido mucho. Las universidades están apostando fuerte por la fotónica y los semiconductores, pero salen del máster y ya nos faltan candidatos. Ese hub es crítico para el futuro”.
Mientras tanto, las empresas buscan fórmulas para despertar vocaciones. “Hace unos años empezamos a hacer jornadas de puertas abiertas en institutos. Participamos en programas STEM porque es básico que te conozcan y sepan qué se hace en este sector”, explica Pulido. En VLC-Photonics también trabajan la divulgación. “Vamos a institutos y enseñamos lo que es la luz y la fotónica. Muchas veces esos estudiantes no acaban trabajando con nosotros, pero ayudamos a generar interés y vocaciones”, señala Selma.
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