Valencia Silicon Forum – Artículo de opinión en Las Provincias

Los chips son como las cuerdas de un piano, como la madera de un violín. Son esos elementos con los que fabricamos instrumentos musicales que sirven para tocar conciertos y sinfonías. Para realizar un gran concierto se necesita unos músicos que toquen los instrumentos, una buena composición musical y un director de orquesta.

Los productos industriales y de consumo necesitan componentes materiales que con unos buenos diseños y desarrollos se materializan en bienes y servicios que respondan a necesidades y contribuyan a mejorar el confort y el bienestar.

Es para mi esperanzador escribir hoy sobre un esfuerzo colectivo, el ‘Valencia Silicon Forum’, además de que resulta un alivio el ver que la clase política parece que lo está respetando y apoyando, lo cual constituye una alegría (toquemos madera).

Hay muchas oportunidades nicho y emergentes en las que España puede subirse a este mercado

Desde hace años escuchamos sobre la importancia de los semiconductores: los chips que están en todas partes. La postpandemia golpeó en la cara de la industria europea con una crisis por la falta de chips. En 2022 Europa y España lanzaron iniciativas ambiciosas para recuperar el terreno perdido pasando del 8% hasta conseguir llegar a un 20% del mercado mundial. En 2025 estamos anclados en un 10% porque, aunque se ha experimentado crecimiento, en otras geografías han acelerado también.

Europa se durmió tras los años 90 en los que su industria de semiconductores representaba un impresionante 44% del mundo. En España en los 90 también se dejó caer la industria microelectrónica y no se avanzó hacia tecnologías avanzadas. Fueron los años en los que se afirmó desde el gobierno que «la mejor política industrial es la que no existe».

Una ventana de esperanza

En los últimos 30 años nuestras universidades han seguido formando profesionales e investigando en tecnologías electrónicas y fotónicas con liderazgo global en algunos campos. En paralelo, los ingenieros y científicos egresados han migrado a otras latitudes y han demostrado con creces que tienen capacidades profesionales de primer nivel. Ese peregrinaje global ha tenido la virtud de enseñar buenas prácticas empresariales a muchos profesionales. Algunos en su madurez han alcanzado puestos ejecutivos mundiales y otros han regresado a España para liderar y apoyar proyectos emergentes.

Un foro joven que deslumbra desde Valencia

La semana pasada se ha celebrado el segundo ‘Valencia Silicon Forum’ apoyado en su inauguración por las autoridades locales, autonómicas y nacionales en un encomiable ejemplo de lo que debe hacerse y profundizarse. La alcaldesa Maria José Catalá ha sido la anfitriona y en su mensaje ha dado la bienvenida a los más de 400 asistentes presenciales y remotos del mundo de la industria, la Academia, los centros de desarrollo y la gestión pública europea: la tierra creativa de Sorolla iluminará con su luz a este sector estratégico, ha prometido la alcaldesa.

Cuarenta ponentes de talla internacional venidos desde Taiwán (la directora de recursos humanos de TSMC), Estados Unidos, Alemania (el exministro de Baja Sajonia), Francia, Bélgica (un director en la Comisión Europea), Países Bajos, Canadá, Irlanda y por supuesto desde toda España.

El foro ha entregado el ‘VLC City Chip Award’ a Ray Stata fundador de la empresa Analog Devices, ingeniero del MIT. La empresa fue fundada en Boston en 1965 y tiene 24.000 empleados con una facturación superior a 10.000 millones de dólares y un margen bruto por empleado de 250.000 euros. En el año 2005 Analog Devices abrió en Valencia un centro de desarrollo que cuenta con 120 empleados.

Oportunidades empresariales

El sector de semiconductores tiene una cadena de valor extensa y muy compleja. Desde la fabricación de los materiales base (silicio puro y otros de nombres ‘complicados’) y el diseño de circuitos, a la fabricación de los chips de tamaños nanométricos cercanos a un átomo y el encapsulado e interconexión de los chips con geometrías tridimensionales. Esas actividades están soportadas por proveedores de maquinaria (algún equipo cuesta 400 millones la unidad), de suministros especiales y de plataformas de diseño de chips, quienes a su vez se nutren de otros diseños anteriores (patentes y propiedad intelectual).

Hay muchas oportunidades nicho y emergentes (por ejemplo, en fotónica) en las que España puede subirse a este creciente y prometedor mercado. Es una industria de alta productividad, ese anhelado parámetro de crecimiento en el que estamos tan rezagados. Pensemos que nuestra empresa de distribución líder en España tiene un destacable margen bruto de unos 85.000 euros por empleado, lejos de los más de 600.000 euros de margen bruto por empleado de la empresa NVIDIA.

Y sobre todo hay grandes oportunidades en el uso de semiconductores en nuestras industrias y actividades de todo tipo: sensores, IA integrada, salud, turismo, defensa, aeroespacial y comunicaciones 5G, 6G y satelitales son algunos ejemplos. Necesitamos empresarios, tan creativos y avanzados en otras materias, que se acerquen y comprendan lo que los chips pueden hacer en sus productos y servicios. Es un gran reto que tenemos todos los que somos de este sector. Aquí estamos disponibles y dispuestos.

Artículo de opinión de ADOLFO MONTALVO (Las Provincias)

III Valencia
Silicon Forum

4 y 5 de junio 2026
CaixaForum Valencia

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